La educación enfrenta una transformación sin precedentes ante la acelerada innovación tecnológica de las últimas décadas. Más específicamente, la irrupción de sistemas de inteligencia artificial (como Chat-GPT) basados en aprendizaje automatizado plantea urgentes debates sobre su implementación pedagógica responsable.

Por un lado, estas tecnologías tienen un enorme potencial para enriquecer y personalizar la enseñanza. Por otro, conllevan riesgos como la inculcación de pensamientos, el fomento al plagio y la suplantación de procesos creativos en los estudiantes.

En este ensayo se argumenta que la incorporación consciente y estratégica de herramientas de IA en instituciones educativas, como se propone realizar en el Colegio San Carlos, puede y debe ser un avance pedagógico significativo. No obstante, esto requiere establecer límites éticos claros y redefinir los enfoques de enseñanza para centrar el uso de la IA exclusivamente en potenciar la comprensión profunda, el pensamiento crítico y la creatividad de los estudiantes.

Avances Exponenciales de la IA
En años recientes, los sistemas de IA han logrado avances exponenciales gracias a innovaciones como el aprendizaje profundo y el procesamiento masivo de datos. Por ejemplo, modelos de lenguaje como GPT-4 son capaces de generar múltiples párrafos de texto relevante sobre cualquier temática general en segundos y con poco o ninguna supervisión humana (Bommasani et al., 2021). Asimismo, existen sistemas
especializados en áreas específicas como las matemáticas, las ciencias o las humanidades que pueden responder preguntas complejas, resolver problemas avanzados y generar explicaciones sofisticadas de manera completamente autónoma (Thoppilan et al., 2022).

Estas capacidades permitirían transformar la educación al posibilitar la enseñanza personalizada, el refuerzo inmediato de conceptos y un acceso sin precedentes a conocimientos. Por ejemplo, los modelos de IA podrían utilizarse para proveer retroalimentación detallada sobre trabajos escritos, formular preguntas desafiantes que fomenten el pensamiento profundo y facilitar el aprendizaje de temas abstractos a través de explicaciones interactivas. Así, correctamente implementadas, las tecnologías de IA tienen el potencial de mejorar significativamente la efectividad y equidad educativa.

Riesgos Éticos
No obstante, es crucial reconocer que la IA también implica severos riesgos éticos que podrían perjudicar seriamente los procesos de enseñanza-aprendizaje si no se establecen salvaguardas robustas (Zmigrod et al., 2021). Por ejemplo, muchos modelos de lenguaje generan contenido que es falso, plagia fuentes sin citarlas apropiadamente e incluso refuerza peligrosos estereotipos y prejuicios. Asimismo, al automatizar tareas cognitivas complejas, el uso irresponsable de estas tecnologías podría originarse en que los estudiantes sustituyan la comprensión profunda y los procesos creativos por la simple optimización de desempeño en estas plataformas.(Colombia aprende.,IA.,2023)

Por ello, si bien los sistemas de IA ciertamente representan una innovación educativa
monumental, es necesario abordar las implicaciones de su diseño e implementación para garantizar que potencien (en lugar de distorsionar)el aprendizaje de los estudiantes (Reisman et al., 2022). De lo contrario, se corre el grave riesgo de que las próximas generaciones sean menos críticas, creativas y preparadas para afrontar los complejos dilemas del mundo real.

Transformación Pedagógica Responsable
Bajo este criterio, la incorporación de IA en instituciones educativas como el Colegio San Carlos representaría una innovación pedagógica responsable con el poder de preparar realmente a las futuras generaciones para desempeñarse y liderar en una sociedad global crecientemente mediada por la presencia de la IA. Permitiría modernizar y hacer más inclusivo el aprendizaje al tiempo que se resguardan los procesos intelectuales irremplazables que hacen único al ser humano, como la creatividad, la conciencia crítica y la imaginación.

Conclusión
Ante estos desafíos, es necesario que los colegios adopten un enfoque proactivo guiado por tres objetivos clave: alfabetización algorítmica, formación crítica y potenciación creativa (S/f).
Researchgate.net).

Lo primero es garantizar que todos los estudiantes desarrollen un profundo entendimiento de cómo funcionan estas tecnologías, sus limitaciones y aplicaciones responsables (alfabetización algorítmica).

Segundo, es esencial consolidar su formación ética para que interioricen el pensamiento crítico necesario para evaluar cuestionamientos morales que los algoritmos aún no pueden solventar (formación crítica).

Tercero, se debe enfatizar en formas de utilizar creativamente estas herramientas como catalizadores de originalidad humana en lugar de reemplazos para la misma (potenciación creativa).

Sólo a través de este enfoque será posible realmente materializar el potencial de transformación pedagógica que ofrece la IA al mismo tiempo que se preserva el desarrollo humanista tan esencial para la educación del siglo XXI.

Instituciones innovadoras como el Colegio San Carlos tienen así la responsabilidad
de guiar proactivamente un proceso de integración que potencie lo mejor de estas tecnologías para enriquecer la pedagogía con un inquebrantable centro en las habilidades de pensamiento crítico y creativo irremplazables del ser humano.

De ello dependerá la capacidad de las futuras generaciones para prosperar en una realidad cada vez más influenciada por la revolución de la inteligencia artificial.

-Andrés Quintero Vega